viernes, 6 de enero de 2017

Guatemala y Finlandia y el sentido de Educar

Hoy quiero compartir un artículo que leí en prensa libre sobre la comparación de nietra educación y la educación en finlandia.

¿Hacer tareas hasta el agotamiento, luego de horas de clases, sirve para educar a alguien? ¿Que un niño de siete años se levante a las 4 de la mañana todo el año para ir a estudiar y regrese a casa a las 5 de la tarde, es educar? ¿Que se aprenda de memoria todos los accidentes geográficos, pero no sepa contar cuál ha sido la historia de su país, es educar? ¿Que su maestro lo ponga a hacer sus mandados o a limpiar la escuela y le deje las tareas para la casa, es educar? ¿Qué clase de país se forma cuando un 5 por ciento de su niñez tiene educación de buen nivel, mientras el 95% restante es formado para la mediocridad o menos que eso?

El sistema educativo de las últimas décadas en Guatemala ha fallado. Durante los últimos años he conocido niñas y adolescentes de toda Guatemala a, a quienes damos educación formal. He visto de frente la pésima educación de un amplio sector de la población. Que existan unos pocos colegios de buen nivel no significa que estemos bien. Hemos fallado, porque la educación no es la prolongación de un manual de urbanidad y buenas costumbres, ni la respuesta mercantilista para la competencia y el trabajo. La educación es para la vida.

La educación en Finlandia, considerada la mejor del mundo, se basa en: 1.) Los docentes son profesionales valorados y reconocidos socialmente, pero obtener el título es un proceso exigente y largo. 2.) La educación es gratuita, obligatoria y accesible a todos entre los 7 y 16 años, y debe ser impartida por centros públicos. No se paga por los libros ni por el material escolar, y todos los niños/as reciben una comida caliente al día, también gratuita. Si el niño vive a más de 5 km del centro escolar, el municipio organiza y paga el transporte. 3.) Se reparte el dinero público de forma equitativa; hay una base de subvención común para todos los centros educativos, pero la cifra final varía si hay alguno con más carencias que el resto. 4.) El currículo es común, pero cada escuela diseña y organiza la planificación según sus particulares objetivos. 5.) Desde los primeros cursos se interviene para apoyar a cada alumno/a según sus capacidades y ritmos de aprendizaje. Nada de pruebas y actividades estandarizadas. Los profesores conocen bien a sus alumnos. 6.) Los alumnos tienen tiempo para todo, también para el juego y el descanso. Los niños no comienzan el colegio hasta los 7 años, las jornadas lectivas son más cortas, los estudiantes de primaria tienen solo 3 - 4 clases por día, con descansos de 15 minutos entre cada una, a los que se suma el descanso para comer. Apenas hay deberes, y el trabajo se hace en clase, no en casa. 7.) El tiempo que los profesores pasan en el aula es más reducido y destinan más a prepararse, investigar, organizarse o trabajar con otros docentes. 8.) Se evita la competencia y las cifras; los estudiantes no hacen exámenes ni reciben calificaciones hasta 5º grado, y los informes que el profesor elabora para los padres son descriptivos, no numéricos. 9.) Se premia la curiosidad y la participación. Se fomentan la creatividad, la experimentación y la colaboración por encima de la memorización y las lecciones magistrales. 10.) La sociedad considera que la educación es fundamental y las familias la complementan con actividades culturales. Padres y madres reciben ayuda para que puedan disponer de más tiempo con sus hijos.

Educar no hace referencia a un manojo de contenidos entrando en la cabeza de alguien, como si esta fuera una pelota a la que se le abre un agujero y se le rellena de aserrín. Tampoco interesan las hedonistas enciclopedias ambulantes. Veo a la educación como el movimiento permanente que desafía a toda una sociedad, en la cual habrá siempre alguien que guía y nutre intelectual, moral y físicamente a otro ser humano, estimulándolo y desafiándolo constantemente a ser un protagonista de su propio proceso formativo. Y no, no me quiero ir a Finlandia. Quiero que en Guatemala se viva la educación de otra manera.

lunes, 2 de enero de 2017

DESEOS PARA EL 2017

Para el 2017 deseo que como sociedad finalmente caigamos en cuenta que la educación es uno de los factores más importantes que pueden contribuir a erradicar a largo plazo la pobreza; que solo con ciudadanos educados y preparados para la vida tendrá nuestra bella Guatemala la mejor oportunidad de salir adelante y ofrecer un mejor futuro a nuestras futuras generaciones.
Deseo que podamos exigir a las autoridades educativas –públicas y privadas – que se enfoquen en ofrecer una educación de calidad para preparar a nuestros niños como futuros ciudadanos que aporten a la sociedad; deseo que tengamos la tolerancia con los docentes que se esfuerzan por dar una educación de calidad dentro de un sistema que no los ha preparado adecuadamente ni dado las herramientas necesarias. Deseo que la sociedad – en forma integral – se involucre constructivamente en la búsqueda e implementación de alternativas que ayuden a solucionar la crisis educativa en la que vive el país.
Para el 2017 deseo que nuestras autoridades educativas y distintos protagonistas de la educación sean iluminadas para anteponer los intereses del país por encima de otros intereses; deseo que el gobierno pueda fijar la dirección con planes de educación que trasciendan a éste y a otros gobiernos y que sirvan de guía de trabajo para el futuro; deseo que como país fijemos una visión a largo plazo de nuestro sistema educativo y tengamos claras las metas y objetivos que debemos alcanzar. Deseo que tengamos claro que los resultados de cualquier cambio en el sistema educativo empezarán a ser palpables varios años más adelante por lo que debemos alejarnos de modificar continuamente las políticas y programas educativos.
Deseo que nuestros legisladores le den la suficiente importancia a las leyes que regulan la educación para erradicar aquellos aspectos que se contradicen entre sí, que ya están obsoletos o que entorpecen mejorar la calidad educativa. Deseo que las leyes sean menos engorrosas y que faciliten implementar las estrategias y tácticas que nos lleven a mejorar nuestros indicadores, así como la posición en que nuestra educación nos ubica entre otros países del mundo.
Deseo…puedo tener tantos deseos…pero a final de cuentas, deseo que el año 2017 sea un mucho mejor año que los anteriores y que nos acompañen siempre la sabiduría, el sentido común y el deseo por dejar un mejor país a nuestras futuras generaciones, y que tengamos más aciertos que desaciertos.
A todos les deseo ¡un año lleno de bendiciones, alegrías y sabias decisiones!