jueves, 15 de mayo de 2014

Cómo saber si tu hijo es superdotado

Estas son las diez características que
presentan generalmente los niños con un
cociente superior a 130
Muchas veces, los síntomas que presenta
un niño con un cociente de inteligencia
superior a 130 se confunden con la
Yihiperactividad y con la falta de
atención. A la consulta de Carmen Sanz,
psicóloga clínica experta en
superdotados y presidenta de El Mundo
del Superdotado (EMS) , llegan casos
nuevos todas las semanas. Y en la
mayoría de ellos, el diagnóstico de altas
capacidades se confirma. «Cuando sonu
pequeños, muchos padres vienen
explicando que tienen un hijo diferente,
que no se relaciona bien, que tiene un
alto nivel de agresividad... Cuando son
un poco más mayores, nos explican que
presentan síntomas incluso de depresión
y, en un porcentaje alarmantemente
elevado, incluso de fracaso escolar ».
«Todo esto es normal. Entienden todo
más rápido que los demás y a veces se
aburren en clase. Cuando ya son más
mayores se creen Steve Jobs y piensan
incluso que pueden dejar el colegio»,
relata Sanz. Su consejo es que a la
mínima sospecha los padres acudan al
especialista. «Es fundamental que se
valore y se oriente psicológicamente a
los niños cuanto antes».
Bebés superdotados
«Diagnóstico, diagnóstico, y diagnóstico»,
corrobora Jeanne Siaud-Facchin, autora del
libro «El niño superdotado» y «¿Demasiado
inteligente para ser feliz?» . Según esta
experta, los padres de estos pequeños
pueden observar señales indicativas de
una gran inteligencia desde una edad
muy temprana. «El bebé superdotado no
mira el mundo, sino que lo perfora con la
mirada. Sus preguntas parecen estar ya
presentes. Las mamás cuentan a veces lo
desconcertadas que se sentían ante aquel
pequeñín que les dirigía una mirada
interrogativa. Esto es lo que nos
reconocía una madre en consulta: "A
veces su mirada me daba miedo. Tenía la
impresión de que me estaba juzgando.
En aquellos momentos, lo ponía
rápidamente en los brazos de mi
marido"», relata Siaud-Facchin. Otro de
los síntomas, relata esta experta, es que
las palabras llegan pronto. «Los padres
también nos refieren a menudo que,
cuando el niño empezó a hablar, hablaba
casi con fluidez. Que no había pasado
por el lenguaje del bebé. En estos
pequeños la adquisión del "yo" es rápida,
la sintaxis correcta y el vocabulario, rico
y elaborado», describe. O que las
preguntas aparecen muy precozmente.
«Acerca de todo y sin interrupción»,
advierte. «Y también que el niño, muy
pronto, lo leerá todo. Glotona y
ávidamente: las cajas de cereales, los
nombres de los bares, los letreros de las
tiendas... Estará exultante, "a tope" como
dicen los chavales», explica la autora de
este libro.
A partir de los cinco, seis años
«Es verdad que se puede sospechar muy
pronto, y que hasta nuestra consulta han
llegado niños de tres años, pero es a
partir de los cinco cuando realmente
podemos empezar a hablar de un
diagnóstico real», expone Carmen Sanz.
Para Jeanne Siaud-Facchin, la franja
idónea también se sitúa entre los cinco o
los seis. «Hasta entonces es una
suposición. Los test existen, pero no son
fiables antes de esa fecha. Pueden dar
pistas... Hacia los seis, todo se estabiliza.
Y a partir de ahí, se tiene el mismo
cociente de inteligencia que a los 30, los
40 o los 60. Un superdotado va a ser
siempre un superdotado». En EMS, según
la edad y el perfil que presentan, se
hacen al niño varios test que determinan
cuál es su inteligencia verbal,
manipulativa, y de velocidad en el
procesamiento de datos. «Es decir,
estudiamos qué nivel de lo que llamamos
"factor G" de inteligencia presentan»,
explica su presidenta. De hecho, Sanz y
su equipo siguen el método «Darwing,
crece y evoluciona emocionalmente» ,
enfocado a trabajar los problemas de
superdotados a partir de los cinco años.
Luego los especialistas detectan otro pico
de consultas hacia 2º, 3º o 4º de la ESO.
«Esto se debe a que, hasta ese momento,
no se tenían que esforzar para estudiar,
todo les salía de forma natural pero, de
pronto, se ven perdidos, porque no saben
cómo hacerlo. Empiezan a mostrar
problemas de autoestima, falta de
habilidades sociales, de motivación, y
una baja resistencia a la frustración»,
relata Sanz. «La mayoría suele presentar
también una sensibilidad altísima, y una
capacidad de abstracción de 9 sobre 10.
Son muy despistados», añade.
Fracaso escolar
Parece una contradicción, pero todo ello
sumado lleva a que estos pequeños
presenten un fracaso escolar en el sistema
educativo español del 50% . La razón,
insiste esta experta, es que no se está
aplicando la Ley que dice que los chicos
con altas capacidades necesitan una
educación especial . «En este momento
las únicas soluciones existentes son
acelerar el curso a estos niños, la
adaptación curricular, o los cursos
especiales, y esto es poco. En este país
existen 200.000 niños superdotados que
no están ni diagnosticados ni
escolarizados como tales. Estamos
perdiendo talento y eso es vergonzoso».
De hecho, continua esta psicóloga clínica,
«a menudo hablando con profesores nos
dicen que no tienen superdotados en sus
clases, y también a menudo nos
encuentramos con colegios de 3.000 o
4.000 alumnos en los que según sus
directivos no hay ningún superdotado. Y
les decimos que es imposible.
Estadísticamente hay un dos por ciento
de niños superdotados en cualquier
colegio y en cualquier área educativa
dentro de ese colegio».
De ahí que el objetivo de EMS y de otras
asociaciones afines sea que estos
pequeños se diagnostiquen y, sobre todo,
que cambie la Ley Orgánica de
Educación para que se eduque en la
diferencia. «Todo el mundo tiene
derecho a la mejor educación. E igual
que a un deportista se le lleva a un
centro de alto rendimiento, a un chaval
con altas capacidades en matemáticas y
en lengua se le debería dar una
enseñanza especial. Sería crucial cambiar
cuanto antes de la enseñanza por edades a
la enseñanza por capacidades ».
Los niños superdotados a menudo...
Lo normal es que los padres vean estos
síntomas en sus hijos:
—Aprenden a leer muy pronto y tienen
gran facilidad con los números.
—Les gusta estar con niños mayores
—Están en su mundo, abstraídos en sus
cosas y son bastante despistados
—Son muy sensibles
—Piensan rápido, aprenden rápido y
tienen muy buena memoria
—Son muy exigentes con ellos mismos y
con los demás
—Son hiperactivos mentales, y tienen
muchos intereses a la vez
—Son niños con baja autoestima,
retraídos y/o con problemas de
conducta, y con poca resistencia a la
frustración
—Tienden a cuestionar las normas y la
autoridad
—Son imaginativos, preguntan mucho y
tienen un sentido del humor especial.
Los niños superdotados generalmente no
son:
—Niños con alto rendimiento, por el
contrario es frecuente el fracaso escolar
—Niños motivados, si no reciben
educación especial suelen estar
aburridos y desmotivados
—Niños con Trastorno por Déficit de
Atención y no necesitan medicación.
Solo se aburren.
—Niños Hiperactivos, y no necesitan
medicación. Necesitan hacer cosas que
les interesen.
—Niños con Trastorno Negativista
Desafiante. Se rebelan porque nadie les
comprende.
—Niños con Trastorno de Evitación.
Evitan a los demás porque les rechazan.
—Niños enfermos. La superdotación no
es una enfermedad, es un regalo.
—Niños problemáticos, si dan problemas
es porque necesitan ayuda.
—Niños que no necesitan nada, tienen
Necesidades Educativa Especiales según
la Ley
—Niños imposibles, necesitan cariño,
atención y apoyo para ser felices, como
todos.
—Ante la duda solicitar una valoración
con un psicólogo especialista en
superdotación

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