domingo, 22 de julio de 2012

PROPUESTA DE LA CARRERA DOCENTE EN GUATEMALA


Justificación de la creación de la carrera docente en Guatemala
Como país, debemos tener claro que la tarea de maestro reviste una impor tancia incalculable,
pues en él recae la responsabilidad de formar a las nuevas generaciones. La familia y la escuela
son dos de las instituciones más impor tantes en una sociedad; si una de las dos falla, las consecuencias
son lamentables, pero si las dos lo hacen, las consecuencias son catastróficas, como sucede
en la actualidad. Hay crisis en la familia y en la escuela, y los resultados se obser van a
diario en las calles. Si, como país, aspiramos a desarrollarnos, debemos apostar por estas instituciones


(la familia y la escuela), empezando por los maestros, quienes con su formación, su
conducta y su desempeño aseguran mejores resultados en los procesos educativos.
Los guatemaltecos aspiramos a que la educación sea creativa, emprendedora, ética, que prepare
para
la
incer
tidumbre, que busque el desarrollo de la persona humana y de la sociedad
en su conjunto, que permita al ser humano vivir en armonía con sus semejantes y con la naturaleza;
una
educación
para
la
vida
y
el
desarrollo.
En
el
camino
para
lograr
todo
lo
anotado,

el

maestro juega un papel preponderante, y para hacer que su rol sea de mayor impacto,
debe empezarse por mejorar su formación; además, es urgente dignificarlo por intermedio
incentivos, en el marco de la Carrera Docente; también es impor tante valorar la profesión
magisterial, como tal.
La imagen y valoración del maestro han ido decayendo. Hace algunas décadas, el maestro
era bien reconocido por su formación, su liderazgo y por su vinculación con la comunidad;
además, desempeñaba un papel de mucha proyección comunal. Ante esta situación, las autoridades
educativas
del
más
alto
nivel
deben
asumir
el
compromiso
de
buscar
el
rescate
de

la
profesión
docente.

En la actualidad, el sistema educativo escolarizado, y en par ticular lo referente a la formación
docente, enfrenta una realidad compleja, ya que los maestros que estudian lo hacen con la
intención de retirarse del magisterio; es decir, se matriculan en las universidades en carreras
que les permitan mejores horizontes, o bien, carreras en el ámbito educativo, pero para


desempeñarse en otros niveles o áreas de la administración educativa. De esa cuenta,
buenos maestros buscan la forma de retirarse del nivel en donde se desempeñan, porque
el magisterio no genera estímulos salariales ni académicos; en otros casos, por carencia de
vocación. En ese orden de ideas, los maestros siempre buscan mejores derroteros y no
siempre el sector educación es para ellos la única opción.
Propuesta Carrera Docente, Par te Académica y Técnico-Administrativa
10
En su libro, A pesar de todo optimistas, Virgilio Álvarez cita lo que algunos maestros respondieron
cuando
se
les
preguntó
acerca
de
por
qué
estaban
en
el
magisterio:
“la
mayoría
decía

está
por
vocación;
sin
embargo,
al
profundizar
se
concluía
que
era
más
como
una
transición,

mientras
más
cor
ta mejor, para alcanzar mayores y mejores satisfacciones”.
 Laboralmente,
para la mayoría, el magisterio es atractivo porque ofrece estabilidad; no obstante, esa estabilidad,
en
muchos
casos,
genera
conformismo
y
estancamiento
que
afecta
al
sistema
educativo.

Otros
son
maestros
por
tradición
familiar,
porque
sólo
esa
carrera
es
accesible,
o
porque
“el

maestro
sabe
de
todo
un
poquito”
y
con
esa
formación
los
contratan
en
los
bancos
o
en
las

oficinas
administrativas
de dependencias diversas.

Otro aspecto impor tante que debe regularse es la carrera técnico-administrativa del docente;
actualmente no existen incentivos para ejercer un puesto administrativo en la escuela; por
ejemplo, ser director de una escuela puede representar más trabajo pero no mejor salario, con
la consecuente desmotivación; a esto hay que agregarle que, muchas veces, simultáneamente
sigue ejerciendo su labor docente. El vacío de la carrera técnico-administrativa se obser va en
todos los niveles, pues no existe un perfil definido para ocupar los espacios en los niveles distritales,
depar
tamentales, nacionales y en los vice despachos; no se cuida que el profesional seleccionado
para
el
puesto
haya
tenido
un
conocimiento
previo
y
profundo
del
sistema
educativo;

éste
es
otro
factor
que
hace
perder
el
interés
del
docente
por
la
administración
de
la
docencia.

Por lo expuesto, es urgente crear un mecanismo legal para que la selección de maestros de
nuevo ingreso se realice con base en su formación, que debe ser universitaria intermedia, y
cumplir con estándares altos. Cuando el maestro ya ha ingresado al sistema, debe continuar
su formación profesional en las universidades, en programas apropiados, y desarrollar otras
habilidades para desempeñarse mejor como docente. Como complemento, a ese recorrido
académico y formativo, se deben otorgar incentivos salariales y laborales que sean opor tunos
y motivadores. Para el ingreso a la par te técnico-administrativa, también deben demostrarse
calidades académicas y experiencia en el ejercicio de puestos; de esa cuenta, se busca garantizar
idoneidad y conocimiento.

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